Uno de los miedos más comunes que escucho de las personas que se apuntan a mis viajes es el temor a retrasar al grupo. Sin embargo, quiero que sepas que nunca dejamos a nadie atrás, a menos que esa persona desee estar sola por un rato. En realidad, nos movemos como un equipo y nos adaptamos al ritmo de la persona más lenta, sin rencores ni presiones.

Si eres alguien que disfruta de la prisa, te sugiero que te adaptes a nuestro ritmo tranquilo. La mayoría de mis clientes disfrutan caminando y mirando alrededor, en lugar de solo ver sus pies.

Otro miedo común entre los viajeros es no conocer a nadie. Pero déjame decirte que no hay nada mejor que conocer personas afines a ti. Así que si no conoces a nadie en el grupo, tal vez te lleves algunos amigos nuevos y puedas viajar con ellos en el futuro. Incluso, he conocido casos en los que se han hecho amigos tan cercanos que siguen en contacto después del viaje.

A veces, las madres que nunca han salido solas también sienten miedo de dejar a sus hijos. Pero si Homer Simpson puede cuidar a su hijo, ¡tu marido también puede! En mis viajes siempre hay alguna madre que deja a sus hijos con su esposo y todo sale bien. Los niños suelen estar felices y sanos al final del viaje.

Por último, algunos viajeros temen no saber el idioma, especialmente cuando se trata de viajar al extranjero. 

Pero te contaré algo: hace unos años, trabajé en un campamento en Tossa de Mar, Girona, donde había niños de todo el mundo que hablaban diferentes idiomas. Recuerdo a un niño de Cataluña que solo hablaba catalán y a otro de Australia que solo hablaba inglés. Al principio, no podían entenderse. 

Después de una semana de convivencia, desarrollaron su propio lenguaje de gestos, risas y miradas que solo ellos entendían. De hecho, llegaron a ser amigos cercanos y todavía se mantienen en contacto a través de las redes sociales.

En resumen, no te preocupes por ser la persona que retrasa al grupo, no te quedarás sola y podrás disfrutar del viaje al ritmo de todos. Además, los viajes son una oportunidad para conocer gente nueva y desarrollar amistades duraderas. 

Por último, el idioma no debería ser un obstáculo, siempre hay formas de comunicarse y el humor siempre es bienvenido.